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Iris is an asylee and former client of the National Immigrant Justice Center. What follows is her testimony, submitted as a comment to the Federal Register, in response to a new rule, proposed by the Trump administration, which would dismantle the asylum system. You can read NIJC's commentary here.  

I am an asylee from El Salvador who is writing to express my strong opposition to the proposed rules referenced above. When I had my credible fear interview, I was still in detention. Trying to explain why I was afraid to return to my country was very difficult-- while people normally try to forget traumatic experiences, it was necessary for me to remember what had happened to me. I explained how I was threatened, how I was afraid for my life, and as I did so, I thought about my children and felt a pain in my chest. Talking about the trauma and fear I experienced was hard and painful to recall, and I imagine that many families fleeing to survive experience the same thing.

My journey to the U.S. was not easy. I traveled through Guatemala and Mexico, and I would not have been able to safely apply for asylum in either country because the same danger that exists in El Salvador exists in both countries. The governments of Guatemala and Mexico do not provide protection for people, so people fleeing other countries should not be blocked from seeking asylum in the U.S. for not applying elsewhere first.

I also do not think that it is fair to restrict people’s asylum rights because they can’t pay taxes on time. For many, seeking asylum is the only form of protection they can receive. People are trying to come here lawfully, and we should not restrict the lawful ways to seek safety.

When I first told my story, I thought that people wouldn’t listen to me, that people wouldn't believe me. Now, I truly do not think that I would have won asylum without an attorney. My lawyer supported me and helped me understand the process, yet I know  that many people struggle to find a lawyer which can lead to missing deadlines or making errors on their applications--even lawyers do this sometimes. I do not think that people should be accused of fraud for not understanding the complicated asylum process.

Ultimately, it was important that I had the opportunity to tell my story to a judge, as the environment in court was very different from that of the credible fear interview. I felt much more comfortable sharing my experiences with a lawyer by my side and a judge who was listening to me, and I believe that others should have the same opportunity when presenting their case, including people fleeing gender-based violence, persecution based on LGBTQ status, or gang violence.

I am thankful to my lawyers, my children, and god for giving me the strength to fight for my survival and win my case. Now, my children can go outside and be safe. I hope that we can reject the proposed rules and continue to allow other asylum seekers the same opportunity. 
 


Soy una solicitante de asilo de El Salvador escribiendo para expresar mi fuerte oposición a las reglas propuestas. Cuando tuve mi entrevista de miedo creíble, seguía en detención. Intentando explicar porque tenía miedo de volver a mi país fue muy difícil—mientras gente normalmente intenta olvidar experiencias traumáticas, fue necesario que yo recordara lo que me había pasado. Expliqué como fui amenazada, como temía por mi vida, y mientras lo hacía, pensé sobre mis hijos y sentí un dolor en mi pecho. Hablando sobre el trauma y el miedo que experimente fue difícil y doloroso recordar, e imagino que muchas familias huyendo para sobrevivir pasan por lo mismo.

Mi viaje de 22 días a los Estados Unidos no fue fácil. Viajé por Guatemala y México, y no pude haber solicitado asilo en cualquier país porque el mismo peligro que existe en El Salvador existe en ambos países. Los gobiernos de Guatemala y México no proveen protección para personas, así que gente huyendo de otros países no deben ser obstruidos de solicitar asilo en los Estados Unidos por no solicitar en otro lado antes.

También no creo que sea juste restringir el derecho de asilo de alguien porque no pueden pagar impuestos a tiempo. Para muchas personas, el asilo es la única forma de protección que pueden recibir. La gente está intentando venir aquí legalmente, y no deberíamos de restringir las maneras legales de buscar seguridad.

Cuando primero conté mi historia, yo pensé que la gente no me escucharía, que la gente no me creería. Ahora, realmente no creo que pude haber ganado asilo sin mi abogado. Mi abogado me apoyo y me ayudo a entender el proceso, pero sé que mucha gente batalla en encontrar un abogado, que puede llevarlos a perderse fechas límites o hacer errores en sus aplicaciones—hasta los abogados hacen esto a veces. Yo no creo que las personas deben de ser acusadas de fraude por no entender el proceso de asilo complicado. 

Últimamente, fue importante que yo tuve la oportunidad de contar mi historia a un juez, ya que el ambiente en corte fue muy diferente que en la entrevista de miedo creíble. Me sentí mucho más cómoda compartiendo mis experiencias con mi abogado a mi lado y un juez que me estaba escuchando, y creo que otros deben de tener la misma oportunidad cuando están presentando su caso, incluyendo personas huyendo de violencia basada en su género, persecución basada en su estatus de LGBTQ, o violencia de pandillas.

Estoy agradecida a mis abogados, a mis hijos, y a Dios por darme la fortaleza de luchar por mi sobrevivencia y ganar mi caso. Ahora, mis niños pueden ir afuera y estar seguros. Espero que podamos rechazar las reglas propuestas y continuar a dejar a otros solicitantes de asilo que tengan la misma oportunidad. 
 

Jesse Franzblau is a Senior Policy Analyst at NIJC.